Donatella Versace deja la dirección creativa de Versace, pero no pensemos que se va a quedar en su casa haciendo calceta. Si acaso hará encaje de seda y oroton, ese tejido metalizado tan peculiar. Donatella es Versace y no solo por apellido. Su hermano, el genial Gianni, la tenía como inspiración. Su "mujer Versace", entaconada, llamativa y un poco insolente, era ella.
Luego a la hermanísima le tocó serlo por completo: tras el asesinato de Gianni, en julio de 1997, Donatella se hizo responsable de todas las colecciones de la casa. Hasta entonces ella dirigía Versus e Istante, dos líneas "menores" de la firma. Corrían los 90 y no había marca que no tuviera submarcas de precio más accesible. Pero las cosas cambiaron y las colecciones secundarias fueron desapareciendo al tiempo que el mercado del superlujo crecía sin control. China se lo compraba todo y hasta a una estética tan poco flexible como la de Versace le fue bastante bien.
No tanto como a otros, eso es cierto. La empresa familiar de los hermanos Donatella, Gianni y Santo terminó siendo vendida al holding norteamericano Capri. Ahora otro conglomerado, italiano y mucho más poderoso, el de Prada, parece interesado en hacerse con la compañía. Igual por eso Donatella se ha apartado un poco.
No sería la primera diva creativa con la que Patrizio Bertelli, esposo de Miuccia Prada y capo de la empresa, termina fatal. Helmut Lang y Jil Sander, maestros del minimalismo noventero (que, mira tú por donde, hizo muchísimo daño a Versace) desertaron de sus propias marcas tras ser éstas adquiridas por Prada. Lang y Sander se negaron a reconvertir sus filosofías estéticas en máquinas de fabricar bolsos y accesorios con márgenes de beneficios demenciales. Donatella, sin que se lo dijera nadie, ya empezó a transitar ese camino por su cuenta, con lo cual Prada, si finalmente adquiere Versace, no tendrá que obligarla.
Dario Vitale, el nuevo director creativo de la marca, procede de Miu Miu, una de las marcas del grupo Prada. La más exitosa últimamente, de hecho. Los incrementos de ventas de Miu Miu en los últimos años son de no creérselos. Para más inri, las últimas colecciones de Versace fueron calificadas de "muy Prada". Mientras tanto, Donatella sigue siendo ridiculizada por sus retoques quirúrgicos y su aparente obsesión por seguir siendo aquella Barbie calabresa que tanto inspiró a Gianni. Pero a ella plin. Donatella Versace es una de las pocas figuras del mundo de la moda conocida por personas a las que la moda no les interesa especialmente. Gente que no reconocería a Miuccia Prada, cuanto más a Jil Sander. Donatella tiene hasta su propia canción de Lady Gaga. Igual ahora puede dedicarse, como en ella, a "fumar Marlboro lights y beber champán". 'Donatella', la canción, empieza asi: "Soy rubia, soy flaca, soy rica, y soy un poco una zorra". Que es exactamente lo que una quiere parecer cuando entra en una tienda Versace con ganas de comprar. Todo cuadra.